Ayer se presentó en el país el nuevo FIFA 14, y la noticia rutilante de la jornada fue la inclusión por primera vez de los 20 equipos de la Primera División del fútbol argentino y algunos de sus estadios. El PES había pegado primero: un mes atrás anunció también la incorporación a su juego de la liga argentina.
Además, ambos títulos coincidieron en la fecha de salida. Los dos se pondrán a la venta el 24 de septiembre.
La evolución de estos juegos avanza por el carril de la inteligencia, tanto de los jugadores como del desarrollo del juego en general. El balón tiene un comportamiento más realista, es más fácil perderlo y, a menos que sea un dotado el que lo lleve, no permanece pegado al pie.
En el PES 2014, que tiene como emblema al impalpable Cristiano Ronaldo, habrá unos 100 crack de todas las ligas, cuyos estilos de juego, enganches y habilidades, serán recreados con fidelidad. En FIFA, cuyo escudo es Lionel Messi, se logra el mismo efecto a través de una variable llamada Personality+.
En el historial de enfrentamientos entre ambas franquicias, el FIFA lleva una generosa ventaja técnica. Para terminar con esta paternidad, el PES 2014 está dispuesto a todo y fue así que decidió escribir una nueva leyenda. El batacazo de la compañía japonesa consistió en renovar por completo el motor que mueve cada partido. El anterior, heredado de PS2, quedará colgado en algún perchero y desde ahora lucirá el flamante Fox Engine, creado por el equipo de Kojima para Metal Gear Solid V y adaptado para el fútbol.
Como ocurre en cada edición, el sistema de control se cambió. En el PES hay un control de movimiento mucho más real y estilizado, aunque algunos analistas objetan que no ha mejorado mucho la dinámica en las disputas del esférico. Mientras que el FIFA introdujo la Protección del balón, que según la empresa, se logra de manera intuitiva, permitiendo a los jugadores mantener la posesión mientras corren junto a un oponente que se la quiera robar. Cuando el que la traslada es marcado, puede plantarse frente al defensor y usar su cuerpo para cubrir la redonda.
La respuesta del PES es el efecto Heart, que busca hacer valer la experiencia dentro del campo. Además de un estilo de juego, cada deportista empleará atributos mentales y habilidades que pueden ser afectadas ante un flojo desempeño. Lo mismo sucede si la hinchada rival lo insulta o sus propios simpatizantes se enojan cuando erra un gol cantado.
En su afán por cambiar las reglas de juego, el PES perdió velocidad y vértigo (acaso los atributos más valorado por su gente) y aunque esté tratando de ganar terreno, el balance no es positivo. Como el FIFA, que ya dio pruebas de su solidez y es bastante regular en todos sus aspectos, le cede la iniciativa a su rival para jugar de contra. Sin embargo, Pro Evolution se mueve más en los extremos y es capaz de sorprender con unos rostros idénticos a los ídolos, pero con movimientos sin dinamismo. El FIFA 14 tendrá dos versiones, una para las consolas actuales y otra para Xbox One y PS4.
VIA CLARIN
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