Publicado el 23 de octubre de 1995 fue un disco que redefinió el sonido de una época.
La muerte de Kurt Cobain en 1994 significó mucho. Para sus familias, para sus amigos, para la industria y para el resto de los músicos que veían morir con Kurt, cierta manera de hacer sonar la guitarra en una banda de rock alternativa orientada al grunge. Fue, tal vez, Billy Corgan de la mano de The Smashing Pumpkins, uno de los encargados de reorientar el espíritu sonoro de una generación.
Después de 13 meses de gira con Siamese Dreams, el disco que el grupo publicó en 1993 y que los posicionó en uno de los lugares más importante de la escena, esta vez, para Mellon Collie and the Infinite Sadness, dejaron de lado la producción de Butch Vig(Nevermind) y tomaron la mano del productor electrónico Flood que formó parte de discos de U2, New Order y Nick Cave.
La primera muestra de este disco fue "Thirty Three" (curiosamente el último single en publicarse) que la banda comenzó a tocarlo al final de la gira de Siamese Dream. Sobre esta canción Corgan contó que la llamó así porque "Tenía un amigo que me tiró las cartas del Tarot y me dijo 'Cuando tengas 33 años -tenía 27- tu vida va a cambiar por completo'". En el año 2000, The Smashing Pumpkins anunció su separación. Corgan tenía 33 años.
Se trata del tercer disco de la banda y su primer single fue "Bullet with Butterfly Wings". El álbum debutó en el número uno de la lista Billboard 200. Fue la primera y última vez que la banda lo consiguió. Se editó en CD doble y triple vinilo.
Un disco audaz, épico y pretensioso. Son 28 canciones que arrancan con un piano instrumental y termina con un ritmo lullaby para dormir fieras. En el medio, sonidos del pasado como "Jellybelly", sonidos del futuro como "Love". Y otras variables sonoras que marcaron que la época estaba cambiando. Emocional, Mellon Collie...abarca desde el desencanto y desconfianza al optimismo dulce. Es un disco que aspiró a ser todo para todos, y casi, casi que lo logró.
"La música puede ser la cosa más maravillosa del mundo, personalmente me inspiró para hacer grandes cambios en mi vida y mi forma de pensar, pero es sólo música. Los que la 'hacen' no están por encima de nadie de ninguna manera. No hay que darle crédito a la opinión de ninguna persona más que la propia, incluyendo la mia. No hay que darle más crédito a la opinión de una persona porque haya vendido más discos que otra. Muchos me preguntaron hasta dónde quiero que la banda llegue, y yo siempre digo tan lejos y con tanta gente como pueda porque eso significa que la gente está haciendo lo que significa más para nosotros: está escuchando la música".
William “Billy” Corgan, “Una carta de los Smashing Pumpkins a sus fans” (1993).
VIA TN